Romel Chicaiza
Romel Chicaiza de 44 años señala “al momento que me dieron la noticia, me sorprendí estaba bien emocionado, me avisó mi papa a él le habían llamado, estoy alegre, vine desde Ibarra, ahora me siento bien, mi vida va a ser normal como era antes, claro con todos los cuidados que los médicos indican para llevar una vida sana, mi mensaje a los pacientes que están en lista de espera es que tengan paciencia, que los sueños se vuelven realidad, yo estuve en lista de espera 2 años y tres años en diálisis, 5 años total. Doy gracias a la persona que me donó el riñón, qué Dios lo bendiga donde quiera que esté y a su familia.”
María de los Ángeles Ayala
María de los Ángeles Ayala, 44 años dijo “me siento muy contenta, cuando me dieron la noticia no sabía qué hacer si reír o llorar, me sentía tan feliz de ser afortunada y ya tenía un órgano para seguir sobreviviendo, me siento muy bien, le doy gracias primerito a mi Dios y luego a los médicos, cuando me dieron esa noticia no quería creer, estuve en lista de espera 1 mes 25 días. Ahora tengo que cuidarme en la alimentación y la medicina, pero este cambio es para bien porque vivía sometida a la máquina. A la familia del donante que Dios le pague y a él que Dios lo reciba en sus
brazos porque dejó una vida más acá, le agradezco infinitamente lo que él hizo. A las personas que están en la lista de espera que no pierdan las esperanzas, luchen por ingresar no se den por vencidos. Y a las personas que no pierdan su condición de donantes porque nos dan la esperanza de seguir viviendo.”
Martha Quishpe
Martha Quishpe, 54 años, “cuando recibí la noticia estaba haciendo el desayuno y lo que hice fue cerrar los ojos y decir gracias Dios, me metí a la ducha y volé, llegué al médico y le pregunté si no habría complicación pues ese día me tocaba diálisis, dijo que no hay problema y en ese instante entré a dializarme hasta esperar el resultado de los exámenes, en seguida fuimos al quirófano y de nuevo cerré los ojos y dije gracias Dios, ese riñón es para mí. Pienso que el donante no es una persona, es un ángel porque eso es lo que son las personas que donan sus órganos a los que necesitamos y queremos seguir viviendo. A las personas que están en lista de espera les digo que sigan luchando porque hay varias personas que están en lista de espera pero que se cansan y dejan de luchar pero con esta experiencia que ven en mi seguramente van a seguir. Le agradezco a Dios y al personal que hace la unidad de trasplante de este Hospital.”