El personal del Laboratorio Clínico en acción coordinada con las unidades de Cuidados Intensivos, Emergencia y TICS de nuestro hospital, diseñaron e implementaron un “Sistema de comunicación automática e inmediata de valores de pánico (SCIP)”. Un valor de pánico o de riesgo crítico, es aquella información que se libera en el laboratorio y que potencialmente representa una amenaza de la vida o un deterioro del estado de salud del paciente, por lo cual se deben tomar acciones terapéuticas inmediatas.
Si bien nuestro hospital cuenta con varias vías de comunicación interna, por medio de la gestión del riesgo se identificaron nudos críticos del flujo de la información especialmente en la atención de aquellos pacientes que enfrentan mayores condiciones de susceptibilidad.
El sistema implementado se compone de un software y monitores ubicados estratégicamente que proyectan los valores de pánico de forma automática luego de ser liberados por el técnico de laboratorio de muestras de pacientes que son atendidos en los servicios más críticos del hospital: Unidad de cuidados intensivos y Emergencia. La implementación garantiza entre otras cosas: comunicación efectiva de los valores de pánico, trazabilidad completa de la información, registro digital y automatizado, digitalización de indicadores, monitoreo en tiempo real de los flujos de información, eliminación del subregistro, entre otras.
Los beneficios adicionales de la implementación de este sistema, es que promueve una cultura de calidad en la atención médica, mejora los flujos de información crítica, elimina registros que no aportan valor, automatiza el cálculo de indicadores para la toma de decisiones, promueve la estandarización del proceso, promueve el trabajo en equipo entre áreas, coadyuva el cumplimiento de objetivos estratégicos, mejora el acceso a la información y optimiza el tiempo del personal médico.
La comunicación de los valores de pánico es reconocida por algunas agencias internacionales de acreditación y organizaciones reguladores de la atención de salud en el contexto de la seguridad del paciente y en la eficiencia en el flujo de la información clínica.
El éxito de la implementación reside en el diseño, la cooperación de las áreas involucradas y especialmente del compromiso de las personas que trabajan en el hospital para cuidar de la seguridad de los pacientes.
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