Paulino Hurtado, agricultor de 78 años y oriundo de Tungurahua (Quisapincha), fue transferido a nuestro hospital por una deficiencia cardíaca que lo aquejaba durante 3 años. Fue atendido quirúrgicamente, de manera inmediata, por los especialistas de Cardiología del Hospital de Especialidades Eugenio Espejo.

“Tengo siete hijos y debía vivir por ellos. Yo estaba muy mal del corazón, tenía debilidad y desmayos. ¡Estoy muy agradecido por la vida que me devolvieron! Que Dios bendiga a los médicos y todos los que conforman el hospital”, manifiesta Paulino.

Antonio Hurtado, uno de sus hijos, menciona: “Aquí en el hospital le han ayudado mucho a mi papá, le hicieron todos los chequeos previos para la cirugía de corazón abierto. Mi papá se siente a gusto aquí, por el buen trato recibido, ya no quiere regresar a la casa. Recomiendo a todos que vengan al Eugenio Espejo”.

¡Brindamos una atención con calidad y corazón!