Quito. — En los pasillos donde alguna vez fue estudiante, la doctora Lourdes Cadena encontró no solo su formación, sino también su propósito. Hoy, como responsable del servicio de Oftalmología del Hospital de Especialidades Eugenio Espejo, lidera con vocación y compromiso a un equipo que no solo atiende patologías complejas, sino que transforma vidas.
La oftalmología se cruzó en su camino durante una rotación de internado. Bastó una experiencia para marcar el rumbo. “Me acuerdo de una paciente en silla de ruedas… cuando le destapamos el ojo tras la cirugía, era como una niña. Volvió a ver y se le iban las lágrimas, porque pudo ver a su hijo”, recuerda la doctora Cadena con emoción contenida. Ese instante definió su vocación: devolver la vista para devolver la esperanza.
Desde entonces, su carrera ha estado marcada por el profesionalismo, el liderazgo clínico y el humanismo. Bajo su dirección, el servicio de oftalmología del Hospital Eugenio Espejo se ha consolidado como referente a nivel nacional. Con subespecialidades como retina, glaucoma, úvea y oculoplastia, el área brinda atención integral a cientos de pacientes que llegan desde diferentes provincias del país.
Pero el trabajo no se queda en la consulta o en el quirófano. La doctora Cadena impulsa constantemente la capacitación médica, la investigación clínica y la incorporación de nuevas técnicas quirúrgicas. Una de sus metas actuales es modernizar el equipamiento y fortalecer procedimientos como los trasplantes lamelares de córnea, que representan una alternativa menos invasiva y con mejores resultados visuales para los pacientes.
Sin embargo, más allá de la tecnología y los avances quirúrgicos, la doctora Lourdes Cadena cree firmemente en la medicina con alma. “El trato humano no se enseña solo en libros. Se aprende escuchando, acompañando, sintiendo. Nuestra especialidad trata con uno de los sentidos más sensibles, y eso nos obliga a estar más cerca del paciente”, afirma.
Conocida por su equipo como “la doctora Luly”, es reconocida por su cercanía, su liderazgo sereno y su capacidad para motivar. Quienes trabajan con ella coinciden en que es más que una especialista: es una mentora, una guía y una fuente de inspiración.
En un contexto en el que la salud pública enfrenta desafíos constantes, profesionales como la doctora Lourdes Cadena reafirman que el compromiso con el paciente no solo está en la técnica, sino en la mirada con la que se ejerce la medicina.
