Una mezcla de curiosidad y de expectativa nos invade al ingresar al quirófano 5, donde se encuentra instalado el sistema robotizado Da Vinci, para ser testigos de una intervención quirúrgica oncológica, una de las intervenciones como otras de altísimo nivel y precisión que se realizan en nuestra casa de salud. En el área destaca nítidamente el famoso mecanismo compuesto por varios brazos, pantallas de tercera dimensión y una cabina de mando, desde donde se dispondrán todos los movimientos durante la intervención quirúrgica.
Luego de los estudios y exámenes preliminares, se decidió operar una histeroctomía radical en un complejo cáncer de endometrio, para lo cual se ha organizado un equipo multidisciplinario que se ha distribuido de manera estratégica. Desde el inicio de esta cirugía destacan notoriamente los precisos y finos desplazamientos de los brazos y pinzas que están dentro del cuerpo del paciente; el ejecutor de ellos, en este caso, es el Dr, Carlos Veintimilla, quien desde la cabina de mando dispone los mismos que son observados en visión tridimensional amplificada nítidamente enviada desde la cámara instalada en uno de los brazos del robot que realiza la exploración del área y que nos permite seguir a detalle toda la intervención quirúrgica. Predominan los movimientos y cortes exactos; esto responde a la posibilidad del mecanismo de realizar siete grados de movimientos, aquellos que carecen las manos de los cirujanos, llegando avanzar mucho más allá donde éstas no llegaban.
La intervención finaliza con total éxito después de dos horas de concentrado trabajo. La alegría y satisfacción del equipo es evidente, no puede ser de otra manera, todo salió a la perfección.
Abordamos al Dr. Carlos Veintimilla, quien manifiesta que comandar el robot constituye una experiencia indescriptible, debido a que todo se magnifica. Exterioriza su alegría y satisfacción por un sueño hecho realidad; “contar con este tipo de tecnología nos permite estar a nivel de los mejores hospitales del mundo en beneficio directo de los pacientes debido a sus innumerables ventajas: eleva los estándares de calidad y seguridad, permite cirugías menos invasivas por ende con menos sangrado, reduce significativamente los tiempos de recuperación, sobre todo disminuye notoriamente los tiempos de hospitalización”, asegura. En este caso puntual, la paciente fue dada de alta tras 12 horas de hospitalización; es preciso señalar que antes un paciente requería entre 4 y 5 días de hospitalización en este nivel de intervencionismo.
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El robot da Vinci se encuentra totalmente operativo, muestra de ello son las diversas intervenciones quirúrgicas realizadas por otras especialidades como Urología, Cirugía General, Cirugía Oncológica.
Cuatro médicos cirujanos de esta casa de salud: Mercedes Almagro, Ramiro Guadalupe, Francisco García y Carlos Veintimilla, tras rigurosas prácticas y horas de estudios, fueron certificados para el manejo del robot, en un futuro cercano lo harán también otros médicos de las distintas especialidades.